uno de los teatros más atractivos de Cuba, considerado como uno de los principales símbolos de la ciudad de Pinar del Río. Es un hermoso teatro de madera con 540 asientos que data de 1845, siendo uno de los más antiguos de América Latina, y cuenta con una acústica reconocida. Fue remodelado en 2006 y merece la pena ver sus coloridos interiores.

Justo a las afueras de la ciudad, este restaurante afrocubano y discoteca ofrece un espectáculo de cabaret en un escenario al aire libre con bailarines y cantantes. El restaurante es famoso por su pollo ahumado. El bar y el cabaret son los mejores locales nocturnos de la ciudad.

Instalado en un fantástico Palacio Moro, cubierto de grifos de piedra tallada, este museo es aún más fascinante por su estrafalaria arquitectura y sus pintorescas y anticuadas muestras que por su colección de historia natural. La encantadora sorpresa aquí es el jardín interior donde, en medio de baldosas pintadas de estilo Art Nouveau, puertas de madera tallada y plantas tropicales, reina un gigantesco modelo de concreto de un tiranosaurio rex demoníaco. Las exhibiciones incluyen dioramas polvorientos de especímenes disecados, desde antílopes hasta cebras, más una serie de cabezas de animales montados en las paredes. Hay una sala dedicada a las colecciones de mariposas y polillas, y una colección de conchas se muestra en vitrinas sostenidas por caballitos de mar esculpidos.

En una estrecha calle lateral al sur del centro de la ciudad, esta pequeña destilería ocupa una antigua fábrica de ron. Aquí se produce una bebida local muy popular, la Guayabita del Pinar, que ha recibido varios premios en Cuba y en el extranjero en algunos de los más importantes. Casi todos los procesos se hacen a mano, desde verter las pequeñas bayas de guayabita en enormes barriles de fermentación de madera hasta el lavado de botellas, el taponado de corchos en las botellas y la colocación de las etiquetas anticuadas. Los visitantes pueden probar el producto terminado en la tienda.